La pandemia de COVID-19 agravia el círculo vicioso de la deforestación tropical
Lo afirma una investigación internacional donde participan la UdL y lo CTFC
Descargar pdfLas pandemias, como el actual de COVID-19, pueden convertirse en un nuevo motor indirecto de la deforestación tropical. Así lo afirma una investigación internacional, con expertos de 8 países, donde participan la Universitat de Lleida (UdL) y el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), y que se acaba de publicar en la revista Perspectivas in Ecology and Conservation. En el estudio, liderado por la Universidad de Sâo Paulo (Brasil), participan investigadoras e investigadores brasileños, españoles, de los Estados Unidos, Australia, el Reino Unido, Francia, Italia y la Costa de Marfil.
Los expertos han comparado las imágenes de satélite de la deforestación durante un periodo de cuatro semanas al 2020 con las del mismo periodo correspondiente del 2019 a todos los trópicos del planeta. El análisis proporciona evidencias de un aumento inmediato de la deforestación tropical a nivel mundial desprendido de las políticas nacionales e internacionales destinadas a minimizar el impacto de la COVID-19 sobre la salud humana.
Durante el primero mas después de la implementación de medidas de confinamiento en la población, se detectaron alertas de deforestación a 9.583 kilómetros cuadrados, casi el doble que en el mismo periodo de 2019, cuando fueron 4.732 kilómetros cuadrados. En general, la pérdida de masa forestal aumentó un 63% en América, un 136% a África y uno y un 63% al área de Asia-Pacífico.
El estudio también pose de relevo que las zoonosis- aquellas enfermedades que pueden transmitirse entre animales y personas como la COVID-19- pueden interaccionar de manera recíproca con la salud pública, la economía, la agricultura y los bosques. "Vemos que se trata de un problema que se está retroalimentando a sí mismo, y si no enderezamos las consecuencias a corto, medio y largo plazo de las medidas que tomamos como sociedad global podemos adentrarnos todavía más en este círculo vicioso de deforestación y zoonosis", destaca el investigador de la Joint Research Unido CTFC-Agrotecnio y jefe del Hub Global Monte Biodiversity Initiative (GFBI) a la UdL, Sergio de Miguel.
A pesar de parecer que el confinamiento de la población a escala global ha llevado una mejora del medio ambiente, el investigador afirma que "a pesar de la reducción significativa de la movilidad y actividad socioeconómica, contrariamente al que se podría esperar, la reducción en emisiones de carbono y gases de efecto invernadero, principales causantes del cambio climático fue relativamente marginal". Además, "si bien los niveles de contaminación se redujeron en varias zonas del mundo, como por ejemplo a casa nuestra, en las zonas tropicales esta contaminación por partículas asociadas a la deforestación y a los incendios posiblemente se incrementó", añade Sergio de Miguel.
El estudio también plantea varias recomendaciones como por ejemplo centrarse en los medios de subsistencia de comunidades rurales e indígenas, integrar como actividad esencial la supervisión y el control del medio ambiente para parar la deforestación y la pérdida de biodiversidad, prever un aumento de los incendios forestales y por tanto tratar tanto las causas como las consecuencias y por último, fomentar las estrategias para impulsar los mercados legales de la madera y las cadenas de suministro y comercialización.
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Artículo Emerging threats linking tropical deforestation and the COVID-19 pandemic