La Universidad de Lleida (UdL) es una de las 45 entidades de investigación que han participado en la elaboración del "Estado de la Naturaleza de Cataluña 2020", un informe sobre la biodiversidad impulsado por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña y coordinado por el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales.

La aportación de la UdL ha venido de la mano del profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria, Frederic Casals, que a pesar de colaborar en el conjunto del documento, ha tenido un papel más relevante en el capítulo dedicado a las Aguas continentales. Alerta Casals que la tendencia poblacional de los peces de aguas continentales es donde el descenso de individuos es mayor, alrededor del 90%. "En este caso, se puede decir sin ser alarmista que se encuantran en una situación de emergencia crítica", añade.

En este capítulo, los expertos también constatan que sólo el 40% de ríos y zonas húmedas de Cataluña cumplen los estándares de calidad fijados por la Directiva Marco del Agua. "La pérdida de biodiversidad y la simplificación de las comunidades acuáticas se ha agravado en las últimas décadas por la expansión de especies exóticas y sólo se ha podido compensar puntualmente con acciones de restauración". El resto de apartados del informe son el estado general de la biodiversidad en Cataluña, los bosques y matorrales, los ambientes agrícolas y prados y el medio marino y litoral.

Las cifras de pérdida de biodiversidad en Cataluña recogidas en el informe, si bien menores que las de escala mundial (del 60%), "dejan claro que nuestro país no es ajeno a la emergencia global que algunos ya han llamado la sexta extinción biológica del planeta y que puede tener unas consecuencias económicas enormes. el coste de oportunidad por incumplir el objetivo de la Unión Europea de detener la pérdida de la biodiversidad para 2020 -y que hemos incumplido- se calculaba en 50.000 millones de euros anuales ".

En los últimos veinte años las poblaciones de vertebrados e invertebrados autóctonos en Cataluña han perdido de media el 25% de sus individuos. Esta pérdida es superior al 50% en las especies que viven en ríos, lagos y humedales, al 30% en las de ambientes agrícolas y prados y al 10% en las de bosques y matorrales.

Los cambios en los usos del suelo son la principal causa directa de pérdida de biodiversidad, aunque el cambio climático y la llegada de especies exóticas invasoras tienen un impacto cada vez mayor. Pero la causa de fondo de esta pérdida de biodiversidad es un modelo socioeconómico que intensifica la obtención de recursos en determinadas áreas y abandona otras que habían sido utilizadas de manera más sostenible, concluye el estudio.