Diversificar forrajes y reducir la carga ganadera, claves para conservar el carbono a los pastos

Según las conclusiones del proyecto PASTUCAR coordinado por la UdL y lo CTFC

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El estudio apuesta también por la presencia de árboles / Foto: UdL
Fomentar la diversidad de especies forrajeras, con leguminosas siempre que sea posible, y procurar una carga ganadera de intensidad moderada son claves para la preservación y la acumulación de carbono (C) a los pastos. La presencia de árboles de forma espaciada también incrementa notablemente el contenido de C al suelo. Así lo afirman las conclusiones del proyecto PASTUCAR. Pacemos para conservar carbono al prado, coordinado por el Laboratorio de Ecología Funcional y Cambio Global (ECOFUN) de la Universitat de Lleida (UdL) y el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC).
 
El carbono orgánico es fundamental para dar estructura y fertilidad al suelo, influyendo en la capacidad de retención y calidad del agua. También es  vital en la prevención y mitigación del cambio climático. Los investigadores y las investigadoras de ECOFUN ha elaborado una base de datos que comprende variables climáticas, de suelo, de gestión y de vegetación; recopiladas en todo tipo de sistemas forrajeros, incluyendo pastos bajo gestión extensiva, intensiva y prados de dall, así como pastos bajo varios grados de abandono.
 
Durante años de investigación, han compilado un amplio espectro de localizaciones geográficas, principalmente pastos de montaña de las cotas más altas del Pirineo (Cataluña, Aragón y Navarra), pero también otras lugares de la península ibérica, incluyendo pastos mediterráneos o semi-áridas del nordeste de Cataluña, Aragón, Valenciano y Salamanca.
 
Los trabajos han permitido comprobar que la intensidad de la carga ganadera condiciona la riqueza de especies a pastos de los Pirineos y que esta está estrechamente ligada al contenido de carbono orgánico al suelo. Mientras, los estudios efectuados en dehesas han posado de manifiesto la importancia de la presencia de árboles como islas de fertilidad al ecosistema. Bajo la copa de los árboles el contenido de C y de nitrógeno del suelo aumenta notablemente en comparación con el pasto abierto. "Es por lo tanto altamente recomendable la combinación de árboles y pasto abierto para optimizar los servicios ecosistémicos", afirman a las conclusiones.
 
 

 

MÉS INFORMACIÓ:

Conclusions del projecte PASTUCAR